José Antonio Millán
Escritor y editor
Lo primero que sorprende, incluso desde lejos, incluso en una ojeada casual al conjunto del Mini Print, es la multiplicidad. La mirada se fragmenta en una miriada de facetas; cada pared, cada artista se multiplica en una abundancia de imágenes que luego, en el diálogo cara a cara nos transmitirán un mensaje particular, pero ahora convocan solo la vibración de su presencia.
Esta primera impresión no tarda en verse corroborada desde el lado de las cifras: este año estamos ante una presencia récord de artistas, 687, que provienen de un conjunto récord de naciones: 58 (los avatares de la historia europea han ampliado, es cierto, el número de estas últimas). Semejante festín de imágenes, de propuestas, de lenguajes, nos habla del éxito de la fórmula que creó Pascual Fort, y ahora continúa su familia, pero también de la extraordinaria vitalidad de un medio, el grabado, y de un formato, el pequeño, que han defendido muy bien su parcela en el momento actual del arte contemporáneo.
En efecto, a mitad de camino entre la obra original (de la que conserva aún el aliento, el temblor del artista) y la reproducción (en su mínimo nivel de repetición), el grabado es un compromiso versátil, un género liminar para conocedores y disfrutadores de la obra de arte en lo que tiene de menos perecedero, de más suyo: su unicidad, apenas empañada por la existencia de la serie.
Y si una cierta pintura contemporánea habla ya desde su gigantismo de sus pretensiones grandilocuentes e institucionales (pues ningún ser humano normal puede cobijar en su casa semejante grandeza), el formato estándar del Mini Print transmite lo contrario: el deseo de encontrar un cobijo doméstico para un diálogo íntimo. Lejos de estas obras el tránsito penoso y espectacular por la superficie de la tierra (contenedores, anclajes, aviones). Los miniprints recorren la superficie del globo parasitando el servicio de correos, camuflados de carta de amor o de negocios en el interior de simples sobres de papel.
Así, por los caminos decimonónicos de los sellos, buzones y sacas, pueden viajar desde cualquier parte del mundo y reunirse en Cadaqués.
Puede ser absurdo, o pretencioso, destacar algo de un conjunto cuantitativamente tan extenso de obras de arte (pues no olvidemos que, ¡además!, cada participante puede presentar varias obras). Sin embargo, quizás sea de justicia reconocer dos extremos: la presencia japonesa, por un lado, asidua desde las primeras convocatorias del Mini Print, y con un nivel técnico extraordinario. Y por otra parte, la explosión de participación de los pueblos de Europa del Este, que aportan su minuciosidad y frescura a una muestra cuya riqueza caleidoscópica no puede ocultar la belleza y el rigor de cientos y cientos de obras atendidas y disfrutadas una a una.
Mercedes Barberá Rusiñol
Directora del Mini Print Internacional de Cadaqués
Una verdadera fiesta de calidad y cantidad podría ser la definición de la exposición del 14.º Mini Print Internacional que cada año se celebra en Cadaqués.
Este año además se ha consolidado firmemente la presencia del Mini Print en Inglaterra durante el Festival de Arte y Música del “Wingfield College” de Suffolk que se celebra cada año. Los asistentes a los conciertos y demás acontecimientos culturales de este festival han considerado imprescindible visitar la exposición del Mini Print. También en Canet de Mar el público espera periódicamente la visita de la muestra como un hecho cultural remarcable. La Galería del Ateneo, situada en una bonita casa modernista, obra del arquitecto Domènech i Muntaner, recibe visitantes no solo de Canet sino también de Barcelona y de toda la comarca.
El 14.º Mini Print Internacional de Cadaqués tiene programado viajar a Corea durante el verano de 1995 para ser expuesto en el Art Center de Seúl.
A todo este reconfortante panorama hay que añadir las interesantes exposiciones individuales de este verano en Cadaqués. Las obras de los artistas (Dolors Bosch, Chris Denton, Sonia Foschi, Ingrid Shubert, Rumen Petrov y Ryuichi Sugino) seleccionados en la anterior convocatoria han sido muy elogiadas tanto por el público como por los críticos de arte. La amabilidad y simpatía de los artistas asistentes a su exposición individual nos acompañó durante los días que pasaron con nosotros en Cadaqués haciendo de Jurado del 14.º Mini Print Internacional de Cadaqués.
También este verano tuvimos entre nosotros al Conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Sr. Joan Guitart.
Agradecemos al Ministerio de Cultura del Gobierno Español el haber hecho posible la edición de este catálogo, y deseamos hacer constar la sensibilidad demostrada por el Sr. José Guirao, Director General de Bellas Artes, hacia el Mini Print Internacional de Cadaqués.
Los artistas participantes, enviando sus obras, son los que realmente hacen posible que el Mini Print sea cada vez más valorado y esperado tanto por los coleccionistas de grabados como por todos los amantes de las artes plásticas.
Preparamos la próxima convocatoria con gran optimismo.