Salvador Giner
Sociólogo
Presidente del Institut d’Estudis Catalans
Nanoarte, Nanoprint
Nuestro siglo es el de la nanociencia y el de la nanotecnología. Aunque la miniatura –o la concentración de la obra de arte en espacios pequeñísimos– es tan antigua como el hombre, el descubrimiento de nuevos caminos de lo más reducido no ha finalizado aún.
El arte de la creación impresa –no necesariamente de su reproducción–, el que un día condujo al cartel, encontró también una expresión cuando entró en lo que Walter Benjamin denominó el arte en la era de la reproducción mecánica. La expresión elaborada por el gran crítico muerto desgraciada y trágicamente en Portbou, a pocos pasos de Cadaqués, el año 1940, habría de encontrar su materialización unos pocos decenios después en la idea de los “miniprints”. Ahora hace tres decenios Pascual Fort convocó un primer concurso de Mini Grabados Internacional, único en el mundo. Mercedes Barberá, su mujer, continuó la tarea después de su deceso.
El éxito extraordinario de la convocatoria anual obedece sin duda a la aguda inteligencia y sensibilidad de los dos, pero también a haber sabido tocar una fibra ultrasensible de la modernidad avanzada: nuestra consciencia de que el tamaño de la obra no es un componente decisivo que explique su calidad.
Los miles y miles de concursantes no se presentan al Mini Print Internacional de Cadaqués únicamente por la facilidad del transporte, la manejabilidad de las obras o el cuidado relativamente fácil que se pueda tener de ellas, sino también porque responden al espíritu de nuestro tiempo. Este no ha pulverizado del todo la dimensión física. El cuerpo humano le impone las leyes de su percepción del mundo: nuestra mano, nuestros ojos, son dictadores de la estética, como el oído dicta lo que podemos definir o no como música, combinada con el ritmo de fondo que perciben nuestros órganos.
Por otro lado, ha relativizado lo que eran tamaños convencionales. También nos ha redescubierto lo que en otros tiempos los miniaturistas medievales declaraban como la mejor o más santa de las artes, como lo era la ilustración de los libros sagrados, y ha redescubierto la importancia sublime expresada en lo más pequeño: los dibujantes y pintores otomanos, o hindúes o chinos, habían alcanzado su expresión más alta. Los últimos, gracias a su invento de la imprenta –con bloques de madera, entre otros materiales– son antecesores antiquísimos de los miniprints cadaquesenses. Y a fe que, en algunos casos, los que se exhiben año tras año en Cadaqués recuerdan directamente o se hacen eco de la oriental invención.
La vinculación del Mini Print con la nanotecnología y la nanociencia de hoy en día es bien clara. Los dos avanzan conjuntamente, se dan la mano. Una fuente más de fascinación.
Parece que hoy no podemos hacer nada que no vincule el conocimiento filosófico al poético, el artístico al de la ciencia. ¿Quién puede, pues, hablar hoy de desvinculación, de segregación y de atomización en el seno de la civilización, propia de la modernidad avanzada? Ciertamente no lo encontraréis en las obras que Mercedes Barberá reúne con tanto acierto en Cadaqués, venidas de todas partes del mundo, en una constante conversación transnacional y translingüística, en el agrupamiento de grabados de pequeño formato más grande del mundo, y en el rincón más blanco y equilibrado de nuestra tierra.
Mercedes Barberá Rusiñol
Directora del Mini Print Internacional de Cadaqués
El Mini Print Internacional de Cadaqués cumple este año la 30.ª edición. El alto nivel de las obras expuestas, la gran diversidad de técnicas empleadas, la cantidad de países representados, el reconocimiento de la eficacia de su organización por parte de tantos artistas participantes, son, entre muchos factores, los que han hecho posible con notable éxito su continuidad. Durante estos años han participado 8.071 artistas de 91 países, por lo que podemos asegurar que la existencia del Mini Print es conocidísima en todo el mundo por su antigüedad y por la constancia de sus anuales convocatorias.
El Ayuntamiento de Cadaqués, representado por su alcalde Joan Borrell, ha colaborado en la celebración de los 30 años de existencia del Mini Print con una festiva cena, invitando a los residentes en Cadaqués que de alguna manera han contribuido a su continuidad.
Escritores de la presentación del catálogo, artistas ganadores, artistas participantes, poetas, coleccionistas de miniprints, galeristas que hacen posible su itinerancia, junto con los que durante años han colaborado y colaboran en su organización, reunidos en el Taller Galeria Fort realizaron un acto emotivo sencillo y entrañable, en el que no faltó una emotiva mención a Pascual Fort. Su curiosidad por saber qué hacían los artistas grabadores de todo el mundo le llevó a crear el Mini Print Internacional de Cadaqués ahora hace 30 años. El deseo de que el Mini Print perdure integrado dentro de este acogedor y bellísimo pueblo que es Cadaqués lo manifiestan no solo sus habitantes sino también los miles de artistas participantes que durante estos treinta años nos han visitado y que tantas veces nos han expresado que la imagen de Cadaqués ha quedado vinculada en su memoria junto a la exposición del Mini Print como dos cosas indisolubles.
Las exposiciones individuales de los artistas ganadores del año pasado acostumbran a ser visitadas por coleccionistas y especialistas en obra gráfica, suscitando gran admiración e interés. Han asistido a sus inauguraciones, y ejercido de jurado del 30.º Mini Print: Reti Saks, de Estonia; Merlyn Chesterman, de Inglaterra; y Leonardo Rial, de España; con los que hemos compartido días de conocimiento, simpatía y buen humor, dejándonos un recuerdo amistoso y la promesa de volver a Cadaqués de nuevo. No pudimos contar con la presencia de Verena Vernunft, Chikahide Saeki y Wojciech uczak, pero sus obras fueron igualmente muy valoradas.
Este año hemos invitado como miembro del jurado a Mercedes Molleda, catedrática de Historia del Arte, y muy amablemente ha aceptado. Sus conocimientos artísticos y técnicos y su entusiasmo por el Mini Print nos han acompañado durante treinta años y deseamos que sean muchos más.
La exposición ha viajado de nuevo a Wingfield bajo la eficiente tutela de Ian Chance, artífice del éxito que logra durante años en este bello lugar de Inglaterra. Finalizada la exposición en el Taller Galeria Fort de Cadaqués, continúa su itinerancia en la Fundació Tharrats d’Art Gràfic de Pineda de Mar, en donde recibe las visitas de artistas participantes de esta localidad y de los talleres de grabado cercanos, ejerciendo el Mini Print su función pedagógica y divulgativa. Sophie Cassard acoge en su galería l’Etangd’Art de Bages, a 4 km de Narbona, la exposición del Mini Print por enésima vez. Su gran profesionalidad ha hecho posible que la presencia del Mini Print sea esperada y deseada como un hecho establecido dentro del mundo cultural del sur de Francia.
Agradecemos a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales su colaboración económica en la edición de este catálogo y su comprensión de la importancia de la difusión internacional del arte y de los artistas a través del Mini Print.
Nos emocionan tantas felicitaciones recibidas por el 30.º aniversario, pero quiero hacer constar mi admiración y agradecimiento a los artistas participantes, pues sin la creatividad y belleza de sus obras el Mini Print no hubiera podido existir durante tantos años.
¡Os esperamos de nuevo con energía e ilusión!